Antonio Jiménez Torrecillas Arquitecto de la luz que no se apagó
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Antonio Jiménez Torrecillas. Arquitecto de la luz que no se apagó

Jiménez Torrecillas Arquitecto Granada

27 Ago Antonio Jiménez Torrecillas. Arquitecto de la luz que no se apagó

ANTONIO JIMÉNEZ TORRECILLAS

Esta entrada no pretende ser un texto técnico ni una disertación arquitectónica sobre la magnífica obra del arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas para eso, afortunadamente, tenemos un sin fin de increíbles escritos como las ya memorables impresiones de Alberto Campo Baeza en su primera visita a una de las obras emblemáticas del autor, el centro de arte José Guerrero de Granada. Este es tan sólo un pequeño homenaje en forma de post de quien fue su alumno y de quien, aún siendo el último curso de la carrera o quizás por eso, aprendimos tanto en tan poco. Maravillosas fueron aquellas clases que nos impartía en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada, en su sede temporal en la Chana, antes de la actual maravilla, concebida en el Campo del Príncipe por el arquitecto Víctor López Cotelo.

Centro José Guerrero Granada (Antonio Jiménez Torrecillas)

ARQUITECTURA POR LOS CUATRO COSTADOS

Antonio Jiménez Torrecillas era arquitecto por sus cuatro costados, uno de esos especímenes en peligro de extinción, uno de los valientes cautos que no sucumbieron a la fiebre destructora del boom del ladrillo. La desaceleración posterior le permitió mostrar y demostrar la validez de sus planteamientos. Permanencia y pertinencia de la arquitectura del rigor y de la sensatez que no necesita de burbujas para existir y pervivir, ese misterio que tiene la arquitectura intemporal de la luz que no se apagó.

Una arquitectura pegada al terreno y al material, ligada al lugar y a su memoria, una arquitectura atenta al detalle que era expresión última y primera de la idea generadora de proyecto. La idea de proyecto, su refuerzo, comprobación y continua evolución era el guion que guiaba cada una de sus clases. Clases en las que Torrecillas (así lo conocíamos todos) seccionaba sus clases a lo largo del curso en un ejercicio de compartimentación que nos obligaba a indagar profundamente en nuestro proyecto visto desde el prisma de la estructura, construcción, iluminación, inserción urbana, mobiliario… Sin duda esa amplitud de miras que nos transmitió tuvo mucho que ver con la existencia hoy de DIKA donde llevamos las lógicas de la arquitectura a muchas otras áreas del diseño y la creatividad practicando: La arquitectura del diseño y el más con menos.

Torre del Homenaje Huescar (Antonio Jiménez Torrecillas)

EL DISEÑO DE LA LUZ EN LA ESCUELA DE GRANADA

El diseño de la luz era otro de los temas principales de sus frenéticas y agotadoramente maravillosas clases. Frenéticas pues todos teníamos la oportunidad/obligación de exponer nuestro proyecto desde la mirada propuesta ese día (por ejemplo carpinterías) con un tiempo limitado (reloj de arena en mano).

Esto nos obligaba a hacer un ejercicio de síntesis y comunicación excepcional muy cercano a la mejor publicidad, pues necesitábamos captar la mayor atención de nuestros compañeros. Mantenerlos enganchados a nuestro proyecto era sinónimo de éxito pues nos asegurábamos la crítica y revisión continua de un montón de cerebros que estaban pensando desde hacia mucho tiempo en nuestro mismo tema, proyecto y problema.

Agotadoras, pues esto no era fácil, con una media de 30 proyectos diarios inevitablemente tu atención escapaba en alguno de ellos. Este ejercicio de comunión colectiva en torno a un proyecto era dirigido magistralmente por Jiménez Torrecillas. Antonio se conocía al dedillo todos nuestros proyectos (con sus virtudes y miserias) lo que nos exigía un gran esfuerzo ampliamente recompensado con su certero feedback que era siempre, un seguro de mejor vida para tu proyecto.

Muralla Nazarí Albaicín Alto Granada (Antonio Jiménez Torrecillas)

AMOR: LUZ Y DETALLE

Con él aprendimos y entendimos el amor por la luz, la obsesión por los detalles y la potencia de la idea de proyecto como arma. Arma que fuimos afilando y mejorando a lo largo de todo el curso en nuestro proceso proyectual, asistido por él. A pesar de no encontrarse ya físicamente aquí (desde aquel 16 de Junio de 2015) la luz que Antonio Jiménez Torrecillas depositó en cada uno de nosotros y en su arquitectura no se apagará. Se multiplicará cual célula arquitectónica en cada una de las obras, creaciones y publicaciones de todos aquellos que tuvimos la suerte de compartir con él, horas de vida, magisterio e ingenio.

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Imágenes y más información sobre su obra en antoniojimeneztorrecillas.com

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